Argumento

Giovanni Buonarotti es un chico que vivió toda su vida en un orfanato y que al estar a punto de cumplir la mayoria de edad debe egresar. El es el hijo bastardo de una mujer que pertenece a la alta sociedad Laura Visconti y que fue repudiado al nacer por las causas dolorosas que produjeron su procreaciòn...Una violación.

Angelo Rossetti es uno de los solteros más codiciados de Roma, hijo de un empresario multimillonario y mejor amigo de Francesco Visconti (sobrino de Laura y por consiguiente primo de Giovanni).

Un encuentro y dos miradas que quedan prendadas la una de la otra hacen que el joven Giovanni descubra el origen de su nacimiento y que el causante de su repudio (su abuelo) se arrepienta de haberlo hecho.


Angelo, Gio y Bruno

Dante y Camilo / Pietro y Massimo

Fabio y Enzo/ personajes secundarios

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domingo, 27 de diciembre de 2009

Prólogo

La fiesta estaba en todo su apogeo y los invitados esperaban con ansias el espectáculo de juegos pirotécnicos que anunciarían el nuevo año. Los anfitriones no repararon en gastos para ofrecer a sus amistades todo tipo de agasajos. En uno de los extremos del salón, Rafaello Visconti observaba con admiración poco disimulada el elegante deambular que hacía su mujer entre los invitados. Su hijo primogénito Alessandro había asistido junto a su esposa y el hijo de ambos que constaba con 3años…No podía negar que amaba a su nieto con adoración. Sus ojos siguieron recorriendo el salón en busca de su amada hija Laura…una hermosa joven de 15 años de cabellos dorados y ojos de color esmeralda. Al no encontrarla decidió acercarse a su esposa para preguntar por ella

– Cara…– Viginia Visconti miró a su esposo con curiosidad – No encuentro a Laura…

– Acabo de verla hace unos momentos amore, estaba junto a la piscina con sus amigos…

– Por un momento me preocupé…ya falta poco para medianoche y me gustaría estar con ella en ese momento…

– Cariño, déjala que esté con sus amigos, sabes que se aburrirá con nosotros…Además debes concentrarte en el propósito de esta fiesta.

– Lo sé cara, espero que Rossetti no se arrepienta en último momento de comprar nuestra textilera del norte…si lo logro por fin podré dedicarme únicamente a las otras sin necesidad de estar viajando tanto – suspiró – a veces lamento haberme perdido la infancia de nuestros hijos por haberme dedicado tanto al trabajo.

– No te culpes amore – habló la mujer – era tu deber seguir aumentando el patrimonio de tu padre…–la conversación terminó abruptamente al acercarse el hombre que tanto esperaban.

 Massimo Rossetti el principal competidor de Rafaello había acudido a la fiesta para firmar el anhelado traspaso de la textilera…Hacía poco que se había puesto al frente de Rossetti internacional, un conglomerado industrial que abarcaba numerosos rubros, cuyo ingreso principal era comprar pequeñas empresas a bajo costo, reorganizarlas y después venderlas al mejor postor. Constaba con 32 años, se había casado a los 25 y tenía dos hijos de cinco y tres años. La mayor, una niña llamada Gianina y el varón …Angelo.
Los Visconti y los Rossetti se conocían desde hace años…las residencias de ambas familias eran colindantes y se podría haber dicho que gozaban de una buena amistad.

– Hermosa fiesta Rafaello, déjame felicitar a tu esposa por lo excelente anfitriona que es – habló el hombre – Pero lamento decirte que no podré quedarme mucho tiempo ya que tengo compromisos pendientes

– ¿En noche de año nuevo? – preguntó el mayor

– Así es amigo, tengo que tomar un vuelo a New York por unos asuntos de los que no he podido desligarme… ¿Tienes listos los documentos del traspaso para firmarlos?

– Pasemos a mi oficina para sellar el trato – respondió Rafaello condescendientemente
 
Los hombres firmaron ante la atenta mirada de sus respectivos abogados y salieron de la oficina en el mismo instante en que los juegos artificiales anunciaban la llegada del nuevo año.

– ¡La niña no aparece! – se lamentaba la señora Visconti media hora después que los invitados se retiraron

– ¿Buscaste en su habitación? – preguntó su marido con preocupación, al recibir una respuesta afirmativa de parte de su mujer dirigió sus pasos al invernadero seguido por la fémina.

Al abrir la puerta del lugar, los recibió un aire tibio y sofocante que les quitó el aliento al observar la escena que frente a sus ojos se desarrollaba… Durante las primeras horas del 1 de enero de 1988 la joven Laura Visconti fue encontrada por sus padres tirada en el suelo del invernadero, semidesnuda, inconciente y con su sangre virginal corriendo entre sus piernas.

  Violación fue la palabra que salió de los labios del médico que la revisó…una violación que no fue denunciada por no hacer pública la deshonra de la joven, pero sí fue castigada cuando uno de los matones de un amigo mafioso de Rafaello dio con el responsable. El cadáver del camarero que había drogado y mancillado a Laura fue encontrado dos semanas después en un basural en la periferia de la ciudad.
   La muchacha se encerró en angustioso mutismo que fue interrumpido casi dos meses después…Rompió a llorar desesperadamente cuando el doctor confirmó lo que mas temía…esperaba un bebé que nacería en el noveno mes del año en curso.
   El empresario lamentó profundamente la suerte de su adorada hija y maldijo el fruto de su desgracia.
   El niño no debía vivir. Secretamente contactó un médico para practicarle un aborto, pero cuando su esposa se enteró lo obligó a cambiar los planes que cruelmente había trazado.

– Es un inocente Rafaello…él no tiene la culpa de lo que le pasó a nuestra hija ¿vas a atacarlo sin él poder haber desarrollado sus manos para poder defenderse?
   Como siempre, los sabios consejos de su esposa lo salvaron de poder haber cometido el error más grande de su vida.
   Decidieron que al nacer, el pequeño sería entregado a un orfanato que funcionaba en el centro de la ciudad. Virginia contactó a la directora de la institución con la promesa de jugosas donaciones mensuales con la condición de que el niño fuera tratado con especial consideración ya que ella correría personalmente, a espaldas de su esposo, con los gastos del pequeño.
   Laura dio a luz una mañana del noveno mes. No quiso mirar al bebé que lloraba a todo pulmón como rogándole que le prestara un poco de atención. Se durmió pensando en que por fin el encierro al que debió someterse para ocultar el vergonzoso embarazo, por fin había llegado a su final.
   La señora Visconti llegó al orfanato dirigido por la hermana Sofía, cinco horas después con el niño en brazos y una gran cantidad de accesorios para su cuidado.

– ¿Cuál será su nombre? – preguntó la religiosa

– Giovanni – respondió la mujer entre lágrimas…El bebé era realmente hermoso, unas pelusas de cabello rubio dorado sobresalían por debajo del gorrito y su piel era perfecta. De pronto unos ojitos azul cielo se abrieron curiosamente y ella temió no poder ser fuerte para terminar con su misión.

– ¿Algún apellido?, el niño deber ser inscrito …La elegante mujer rememoró el nombre de su artista mas admirado

– Buonarotti – respondió la mujer pensando en el autor de la mayoría de los frescos de la capilla sixtina …Miguel Angel Buonarotti.

– Giovanni Buonarotti, nacido el 20 de septiembre de 1988, padres…desconocidos
   Ante estas palabras, la señora Visconti se levantó y sin antes olvidar de entregar la cuantiosa donación mensual prometida, se retiró.

   Atrás quedaba un niño cuyo futuro era incierto, pero por los manejos del destino, la vida lo cruzaría de nuevo en su camino.

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