Argumento

Giovanni Buonarotti es un chico que vivió toda su vida en un orfanato y que al estar a punto de cumplir la mayoria de edad debe egresar. El es el hijo bastardo de una mujer que pertenece a la alta sociedad Laura Visconti y que fue repudiado al nacer por las causas dolorosas que produjeron su procreaciòn...Una violación.

Angelo Rossetti es uno de los solteros más codiciados de Roma, hijo de un empresario multimillonario y mejor amigo de Francesco Visconti (sobrino de Laura y por consiguiente primo de Giovanni).

Un encuentro y dos miradas que quedan prendadas la una de la otra hacen que el joven Giovanni descubra el origen de su nacimiento y que el causante de su repudio (su abuelo) se arrepienta de haberlo hecho.


Angelo, Gio y Bruno

Dante y Camilo / Pietro y Massimo

Fabio y Enzo/ personajes secundarios

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martes, 29 de diciembre de 2009

4: Dos miradas que vuelven a encontrarse

  Convencer a Enrico no fue difícil, después de explicarle bien la situación sus ojos se iluminaron y los hermanos Rossetti supieron que la depresión en la que se había visto sumergido producto de los dolorosos acontecimientos del pasado mes, había llegado a su fin.

– ¿Dices que este ragazzo acaba de salir de un brefotrofio? – habló el joven Peruggi mirando la fotografía que había llevado Massimo – parece un ángel sacado de un cuadro de Rafaello.
  Acordaron mutuamente incorporar poco a poco al adolescente a la familia por lo tanto Enrico comenzaría su acercamiento visitando a su esposo en la oficina para conocer al muchacho.
  Angelo no supo porqué, pero no pudo confesarle a su padre que ya conocía a aquel joven…se retiró a su habitación después de haber pautado todos lo pasos a seguir y en la oscuridad de aquel cuarto memorizó cada gesto del joven. Finalmente se durmió con la imagen de Gio sonriéndole.

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– Promete que nos reuniremos todos los domingos Gio – exigía una angustiada Lidia
– ¿Dónde quieres que nos veamos? Todavía no sé donde viviré Lidia, pero si te hace feliz vendré a visitarte todos los domingos hasta que te mudes – Giovanni empacaba sus pertenencias lamentando que en las próximas horas su salida de aquel lugar fuera inminente. La muchacha acercándose a él le entregó un sobre tamaño oficio lo cual extrañó al rubio…
– Quiero que leas lo que está dentro cuando lleves una semana fuera de este lugar ¿lo prometes?
   El joven aferró a su cuerpo el objeto y asintió, Luego abrazó a su querida amiga y salió del pequeño dormitorio rumbo a la dirección del orfanato.
   La señora Visconti había dejado para él la tarjeta de una tienda para caballeros donde se le entregaron cinco elegantes trajes de ejecutivo, camisas y todo tipo de accesorios. Luego de eso la religiosa lo llevó al departamento que la mujer había conseguido para él cuya ubicación era bastante privilegiada.
– Hermana ¿Cómo llego a mi trabajo?
– Esta es la dirección – la mujer entregó un papel con letras escritas en el – llamas un taxi este te dejará ahí, trata de ver que autobús te deja cerca para que ahorres, tu benefactor dejó dinero como para que vivas unos seis meses sin preocupaciones, pero no me gustaría que lo ahorraras ya que te servirá en un futuro – la religiosa se acercó a uno de los ventanales, lo abrió y salió al balcón – ¡que afortunado eres Gio! Mira, desde aquí se ve la Fontana di Trevi.
   La religiosa miró su reloj y se lamentó de lo tarde que era, luego, se despidió de su querido niño con la promesa de visitarlo lo mas pronto posible.
– Recuerda todo lo que te hemos enseñado – recalcó la mujer – te educamos como todo un caballero, por lo tanto estás preparado para enfrentar todo tipo de situaciones – la religiosa se marchó del lugar.
   Giovanni se quedó solo en aquel ático ubicado en la via Frattina donde gracias a su altura, podía observar algo de Roma a varios metros a la redonda. Se acercó a mirar a los ventanales para comprobar si lo dicho por la hermana Sofía era cierto. Ahí estaba a unas casi cinco o seis vías de distancia la famosa fuente…sus compañeras de colegio le habían dicho que si lanzabas una moneda a ella pidiendo un deseo, este se cumplía…sonrió al recordar tal superstición. Se alejó del ventanal y comenzó a recorrer el lugar donde viviría desde ese día en adelante. El amoblado era extremadamente lujoso y moderno, amplios sillones en forma de medialuna y con abundantes cojines se encontraban en un extremos de la sala…una pantalla de plasma de 42” con todos los accesorias que hasta hoy, solamente había visto a través de los comerciales de televisión, se erguía orgullosamente frente a ellos. Dejó la sala y se dirigió a la cocina…el color blanco era ley en ese lugar…el refrigerador de dos puertas y con dosificador de hielo lo maravilló, se acercó a él…lo abrió y se sorprendió al ver que estaba rebosante de alimentos. “la hermana Sofía pensó en todo”, concluyó.
   Salió del lugar y se dirigió al dormitorio que el pensó era el principal…una cama que le pareció demasiado grande como para albergar a tres personas , ocupaba el centro de aquella habitación que estaba decorada con demasiados detalles masculinos para su gusto…volvió a la sala por su maleta, la abrió y sacó los peluches que estuvo coleccionando a través de los años y comenzó a ubicarlos en la habitación sin importarle que los colores pasteles de aquellas criaturas inanimadas rompieran el equilibrio estético del lugar.
   Miró el reloj que estaba sobre uno de los veladores y se percató de que ya era hora de cenar…salió a la cocina y calentó en el microondas algo de pasta.
   Después de comer ordenó los trajes que su benefactor le había obsequiado dejando uno de ellos separado para vestirlo al día siguiente y se acostó con la esperanza de que su futuro no fuera tan difícil.

   Bajó del taxi que había llamado desde el ático. El imponente edificio lo intimidó y lentamente caminó a la entrada mirando su reflejo en los cristales.
   Atravesó las puertas y tímidamente se acercó a la señorita que atendía el mesón.
Buon giorno…il signore Massimo Rossetti per favore – la mujer lo miró intrigada – il signore mi aspetta – explicó el joven sintiéndose intimidado.
   La guapa recepcionista recorrió su cuerpo con la mirada apreciando el buen vestir del chico...le sonrió y luego levantó el auricular del intercomunicador para anunciarlo.
– Acaba de llegar – informó el presidente de Rossetti internacional a su hijo – avisa a Giacomo mientras yo bajo a recepción buscarlo.
   Angelo no supo porqué, pero el nerviosismo se apoderó de sus extremidades y se quedó congelado en su lugar ¿lo reconocería? Fue su primer pensamiento…perezosamente se levantó y salió de la oficina, recorrió el pasillo hasta llegar al elevador. Las puertas aceradas del ascensor se abrieron permitiéndole la entrada…en su mente una vorágine de pensamientos se apoderaba de su cordura. No quería fallar, sabía que sus prejuicios estarían a prueba y más aún sabiendo que Enrico había decidido entrar en aquel juego de protección. ¿Qué importancia tenía el chico para que su padre decidiera inmiscuir al esposo de su hermano en el asunto? Sin poder encontrar respuestas a sus interrogantes salió del ascensor y se encaminó a la oficina de su tío ignorando a la secretaria que le dirigía un coqueto saludo.
    Tocó dos veces a la puerta y esta se abrió revelando en el interior de la oficina a Giacomo que lo miraba expectante.
– El ragazzo acaba de llegar y papá quiere que vayas a su oficina – explicó el joven
– ¿Por qué no le dijo a su secretaria que me informara?
   La pregunta lo sorprendió y no encontró argumentos para poder responder a ella
– No importa…menos mal que Enrico está por llegar….no quiere perderse la llegada del chico – explicó.
Angelo asintió y procedió a retirarse ansioso por llegar a la oficina de su padre y reencontrarse con Giovanni.


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    Gio estaba nervioso esperando que alguien le dijera si iba a ser recibido…de pronto el suave campanilleo del ascensor anunciando que abría sus puertas lo distrajo dirigiendo su mirada a aquel lugar.
    Un hombre de porte distinguido emergió y caminó directamente a donde él se encontraba…Los ojos del hombre le hicieron recordar a los del chico que había conocido días atrás…pero éstos eran mas intimidadores.
– ¿Giovanni? – preguntó el hombre mientras el chico asentía tímidamente con la cabeza – Soy Massimo Rossetti, Bienvenido – el hombre extendió la mano y el la recibió…Madonna, todavía es un niño a pesar de tener casi dieciocho años , pensó el hombre mientras reconocía en aquel rostro los rasgos de su amada Laura – subamos a mi oficina y ahí te explicaré cual será tu trabajo.
    Ambos se dirigieron al elevador bajo la atenta mirada de la recepcionista que mentalmente especulaba sobre que tan importante era ese chiquillo como para que el dueño en persona bajara a recibirlo.
    Salieron del elevador, ambos en silencio. Giovanni estaba expectante a lo que pasaría ya que lo que había dicho su amiga sobre que tratarían de aprovecharse de él, lo mantenía a la defensiva. El mayor abrió la puerta de su oficina y esperó a que el rubio pasara para luego hacerlo él sin sorprenderse de encontrar a su hijo junto a Giacomo y Enrico.
    Giovanni si se sorprendió al encontrarse de nuevo con aquel joven que días atrás lo había cortejado sin saber que era un hombre…sus pupilas celeste azuladas se perdieron en el mar verdoso de los ojos de Angelo y todo el mundo alrededor de ellos despareció.
    Angelo luchó por salir del trance en el que había caído al ver a Gio…le pareció que estaba demasiado guapo para su gusto, recorrió lentamente el cuerpo del joven ¿quien le habrá comprado aquella ropa? Sus mejillas se encendieron al tratar de ocultar el enojo que se apoderó de él al imaginar a aquel supuesto amigo de su padre dando su aprobación a cada prenda que el chico enfundaba en su cuerpo.
     El silencio que en ese momento había en aquella oficina fue interrumpido por un leve jadeo que salió de la boca de Giovanni al sentir la intensa mirada de Angelo sobre su cuerpo, se ruborizó al ver que nuevamente los ojos del joven se posaban sobre su rostro e involuntariamente mordió su labio inferior.
Los adultos se percataron perfectamente de lo que sucedía entre ellos y Massimo sin poder evitarlo sonrió ante la enojada mirada de Enrico.
– Giovanni – habló el mayor de los Rossetti – El es mi hermano Giacomo, el es el encargado del departamento de marketing y relaciones públicas, en el cual tú trabajarás como becario…Giacomo se levantó del cómodo sofá y acercó para ofrecerle la mano, el menor sonrió.
Molto piacere – habló el joven Buonarotti
il piacere é mio – respondió el economista que luego dirigió su mirada al hombre de su vida, le extendió una mano indicándole que se acercara y prosiguió – El es mi esposo Enrico – Ante esta revelación el cuerpo de Gio se relajó y sin poder ocultar la alegría que sintió dentro de sí al saber que no era el único gay de aquella habitación se acercó al joven ofreciendo su mano.
El joven Peruggi la recibió y sonrió – Bienvenido – fue todo lo que dijo pero aquellas palabras para Gio lo significaron todo.
Un carraspeo interrumpió aquel breve acercamiento…Angelo estaba llamando la atención de su padre al no haber sido presentado
– El es mi hijo Angelo, el también trabajará aquí…
– Nos conocemos ¿cierto Giovanni? – la pregunta que involuntariamente había sido salido de boca de Angelo fue respondida por el rubio
– Cossifatto – Gio tomó la mano que el joven Rossetti le ofrecía – me disculpo por haberte jugado aquella broma.
– Y yo por haberte dicho que te verías hermosa en un vestido de Valentino – Angelo tomó la mano de Gio y la sostuvo mas del tiempo debido…
– Fue mi culpa, yo te dejé creer que era una chica…
– Pero yo fui el tonto que no me percaté de que eras un hombre….
El diálogo fue interrumpido por Enrico que molesto por la familiaridad con la que Angelo hablaba a su futuro “hijo adoptivo” levantó la voz…
– Creo que ya es hora de que Giovanni conozca su lugar de trabajo ¿no creen?.
  Angelo soltó la mano de Gio con reticencia guiñándole un ojo.
– Nos vemos mas tarde Gio…– miró su reloj – pasaré en tres horas por ti para que almorcemos juntos.
Gio se ruborizó y bajó la mirada, gesto que enterneció al joven Rossetti.
– Te estaré esperando – afirmó y siguió a los mayores que en ese momento salían de la oficina.

   Las tres horas de espera pasaron demasiado lentas o eso le pareció a Giovanni que en ese momento se encontraba fotocopiando unos documentos que Giacomo le había dado…la próxima junta de accionistas sería la semana entrante y debían tener la información para cada uno de ellos.
    De pronto abrumado por el sonido que hacía la fotocopiadora y los murmullos que venían de la oficina de Giacomo se decidió por abrir aquel sobre que le diera su amiga el día anterior.
    Dentro había un Cd y otro sobre más pequeño donde decía “prometiste abrirlo en una semana”…sonrió, su amiga Lidia lo conocía demasiado bien. Decidió esperar el tiempo prometido pero no pudo contener la curiosidad y puso el Cd en el lector del ordenador.
    Los primeros acordes de guitarra hicieron que su corazón se estremeciera…aquella era una canción de Laura Pausini que su amiga le había obligado a escuchar hace casi dos meses atrás cuando casi estuvo a punto de terminar con su existencia, después de que la hermana Sofía le comunicara que debía abandonar el lugar donde había vivido toda su vida. Cerró los ojos para concentrarse en aquellas palabras que transmitía la cantante “Escucha tu corazón”…aquella canción le había ayudado a superar aquel difícil momento…
  La voz de Angelo lo sacó de sus pensamientos y abrió los ojos lentamente enfocándolo en el hombre que había sido dueño de sus pensamientos durante esas tres horas de espera….

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– No puedo aceptar esta locura amore – Enrico estaba indignado por la escena que había presenciado en la oficina de su cuñado – es solo un niño…
– tu tenías la misma edad cuando te entregaste a mi – le recordó su marido.
– Lo sé, pero yo ya conocía el mundo y él…– vaciló – el es totalmente inocente ¿viste su mirada?... hace mucho tiempo que no me encontraba con alguien tan…tan puro…
– Estoy de acuerdo contigo mio caro pero ya no podemos hacer nada en contra de aquella atracción que hay entre el ragazzo y Angelo…dime ¿alguna vez habías visto a mi querido sobrino actuar tan galantemente con alguien?...
   Enrico negó con la cabeza
– Jamás noté en los ojos de mi sobrino el brillo que tenía hoy cuando vio al ragazzo ingresando en la oficina ¡per Dio! Ambos tenían aquella mirada de anhelo…además Angelo jamás ha sido así de seductor con alguien que quiere llevarse a la cama… – Giacomo respiró y luego se llevó las dos manos a su cabeza en un gesto de exasperación – Enrico , después de todos estos años de convivir con Angelo…¿todavía no sabes cual es su forma de conseguir llevarse a la cama a una chica?
– yo….
– las colma de detalles como flores, chocolates, o alguna joya…en cambio con Giovanni…
– tienes razón amore, – cedió al fin Enrico – esta mañana presencié a un Angelo totalmente tierno, e incluso cuando tomó la mano de Gio lo hizo con delicadeza como…como si fuera de cristal – el joven Peruggi – Maddonna mia –abrió los ojos incrédulo – ¡Angelo está enamorado!
– Es muy pronto para decir que está enamorado – opinó el marido de Enrico – pero podría afirmar que dentro de muy poco tiempo mi querido sobrino estará pidiendo nuestro consejo sobre como conquistar al ragazzo.
– Yo lo aconsejaría pero tendrá que demostrarme que sus intenciones son serias, además primero me aseguraré que Giovanni sepa que hay muchos peces en el mar…
– ¡Jajajaja! – rió Giacomo – no creo que el ragazzo acepte que le “abras los ojos” recuerda su educación religiosa amore…
– mmmm ¿en cual brefotrofio creció Gio?
– ¿Gio? – Rossetti levantó una ceja indagando en el rostro de su esposo al notar el tono cariñoso con el que se refirió al joven
– Es que ….– Peruggi se ruborizó – ya lo siento como un hijo ¿sabes?...cuando lo vi, tuve ante mi la visión de un bambino, de diecisiete años, pero un bambino al fin ¡Ay amore! Quiero ser yo quien le enseñe a conocer el mundo, a enseñarle etiqueta…
– piano, piano, dale tiempo al tiempo caro...no quiero que te ilusiones, además sabes que pronto vas a tener en tus brazos a un bambino que acaparará todo tu tiempo…
Che dici?– preguntó Enrico jadeando ante la información.
– Quería que fuera una sorpresa… Laura se contactó con una mujer que está embarazada de su quinto hijo, es madre soltera y nos dará al bambino en adopción…
– Cu…Cuando será eso…
– la donna dará a luz en tres semanas aproximadamente…y es una fémina…
– ¡Ahora me lo vienes a decir! En tres semanas no podré tener listo el cuarto de la bambina, hay que decorarlo, comprarle la ropa, juguetes…sabes que lo que compramos la semana pasada sirve para un picciolo… sabes que solamente se puede cambiar durante los primeros tres días de la compra…
– Caro…no es necesario que cambies las cosas que compramos porque posiblemente en un par de meses tendremos la parejita…Laura me dijo que buscaría…sabes que ella da asistencia jurídica a mujeres maltratadas o que se han quedado solas…muchas de ellas ingresan a sus hijos en instituciones de protección infantil y después se olvidan de ellos…
– Entonces con mayor razón tenemos que tener listo todo…quiero que los bambinos tengan todas las comodidades y además también tenemos que buscar una nodriza , los bebés deben ser alimentados con leche materna los primeros seis meses para que no se enfermen…– Enrico en su entusiasmo comenzó a nombrar las necesidades de un recién nacido mientras su esposo lo miraba con amor. Después que el joven Peruggi terminó con su monólogo Giacomo desvió la atención de su esposo hacia el tema que estaban tratando al principio…
– Sobre tu pregunta anterior caro mio , Giacomo creció en el brefotrofio de Santa Catalina…creo que lo administran las Hermanas de la Caridad…
Madonna mia, como e piccolo il mondo! – Exclamó levantándose sorpresivamente del sofá en el que se encontraban conversando abrazados y acercándose al escritorio, tomó el auricular del teléfono y marcó un número…
che succede ? – preguntó Giacomo intrigado por el comportamiento de su esposo.
– ¿Recuerdas cuando te hablé de aquella tía que se metió a monja después que su esposo y su hijo murieron un accidente? – interrogó el joven Peruggi mientras que esperaba que le contestaran del otro lado de la línea.
– Por supuesto que recuerdo…
– Mi tía Sofía es la directora de esa institución – informó el joven satisfecho con la expresión de incredulidad en el rostro de su marido…
Pronto! – la voz de la religiosa saludando del otro lado alegró a Enrico
Ciao zia Sofía…sono Enrico Come stai?
– Molto bene figlio , ¿que grata sorpresa recibir tu llamada?
– Zia, si alguien más te escuchara pensaría que soy un ingrato contigo…tú sabes que te llamo cada dos o tres días
– por eso me sorprendiste caro nipote, ¿no recuerdas que ayer hablamos?
– Es que… te llamo para que me hables de cierto chico que he tenido el agrado de conocer hoy…
– ¿conociste a Giovanni? che interessante! ¿que te pareció?
– Es un chico bien educado, se nota tu toque personal en él zia , pero aclárame una cosa ¿no me dijiste que la institución que diriges se dedica al cuidado de fémminas?
– Cossifatto nipote, pero Giovanni estuvo aquí como favor a mi mejor amiga
   Aquella declaración turbó a Enrico ya que él aún no sabía de la verdadera procedencia del joven…su marido y su cuñado solamente le habían informado que estaban tratando de ayudarlo a vivir en el mundo que no conocía.
– ¿Puedes hablar ahora? – preguntó la mujer del otro lado
– Claro – contestó el joven tratando de disimular el descontento que en ese momento crecía dentro de él al saber que su esposo le había ocultado información.
– Giovanni es hijo de Laura Visconti y fue dejado a mí cuidado horas después de nacer por su abuela…
– Che!
Giacomo lo miró sorprendido al escucharlo exclamar, hizo ademán de levantarse Enrico le indicó con una mano que siguiera sentado
– Laura fue ultrajada cuando tenía quince años nipote, y el niño fue repudiado por ella y por Rafaello…
– Pero…
– Enrico ¿te diste cuenta de sus modales?
– si, me percaté – reconoció el joven
– Le enseñé personalmente…lo instruí en etiqueta y todos los protocolos habidos y por haber…resumiendo…lo eduqué como si fuera el hijo de un aristócrata, como si fuera el hijo de un conde…
  El joven Peruggi fue asimilando lentamente toda la información que su tía le estaba entregando…
– Virginia ama a su esposo, pero aún no puede perdonarle el haberla obligado a abandonar a su nieto – confesó la religiosa – ella fue quien me solicitó que lo educara…
   La mujer siguió con las explicaciones mientras Enrico sentía que toda la admiración que tenía por la novia de su cuñado se desmoronaba poco a poco, a medida que recordaba el historial de novios que ella había tenido antes de estar con Massimo.
   Después de colgar, Enrico miró a su marido y se acercó a él
– ¿Porqué no me dijiste que la madre del ragazzo es Laura?
– Porque mi hermano lo quiso así, además Virginia le solicitó discreción – se justificó Rossetti.
non mene importa un cavolo lo que Virginia quiere...lo que me duele que no me tuvieras confidenza y no me lo dijeras – se acercó a Giacomo y sorpresivamente lo abofeteó – sono il tuo consorte y merezco ser considerado como tal.
Rossetti lo abrazó quejándose mentalmente de lo pesada que tenía la mano su esposo.
– Cuore calmo, stammi bene a sentire, giammai ehi senso diffidenza di te , mi hermano solicitó mi discretezza.
– ma, yo también soy de la famiglia…
– lo sé amore y si te sirve de consolazione, Angelo tampoco conoce el origen del ragazzo.
    Aquella confesión tranquilizó un poco al joven Peruggi que procedió a disculparse con su marido por haber actuado con violencia. Estuvieron algunos minutos haciéndose arrumacos hasta que sintieron la música que provenía desde el exterior.
– Es Giovanni – afirmó Enrico, luego sonrió al recordarse a si mismo cuando tenía la mocedad del joven – es increíble…
– ¿Qué es increíble? – preguntó Giacomo
– Que yo a su edad ya me había entregado a ti ¿recuerdas?
– Si, quasi oggi
– ¿Recuerdas nuestra primera vez? – preguntó meloso el joven Peruggi
– ya te dije que lo recuerdo como si fuera hoy – Giacomo cerró los ojos y habló – ese día cumpliste diecisiete años y tu papá te hizo una fiesta en la piscina…recuerdo que después te permitió salir con un grupo de amigos a una discoteca y yo fui con ustedes…llevábamos seis meses siendo novios. Recuerdo que dentro de la disco te subiste a una plataforma y comenzaste a bailar…yo me enojé porque todos te miraban y te obligué a bajarte. Comenzaste a besarme y me provocaste al máximo y yo no quería mancillarte ya que mi intención era esperar a casarnos, pero me dijiste que no querías esperar, que tu papá jamás lo aceptaría y que si por casualidad tu padre te obligaba a no verme más, querías irte sabiendo que habías sido mío.
– Recuerdas todos los detalles….
– Me pediste que te llevara a un hotel y yo me negué ya que pensaba que tu primera vez tenía que ser especial y te llevé a mi casa y te hice el amor en la que ahora es nuestra cama y me hiciste el uomo más feliz de este mundo.
   La música que provenía de afuera cesó y escucharon la voz de Angelo
– Mi sobrino va a llevarlo a almorzar y a cenar todos los días hasta que se adapte – explicó Giacomo.
–¿Qué te parece que los acompañemos?, hace mucho que no almorzamos fuera – propuso Enrico acercándose a la puerta, la abrió y sorprendió a los jóvenes en plena conversación.

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Bella canzone – dijo Angelo sorprendiendo a Gio
– Si – respondió el muchacho ruborizándose al sentir la intensa mirada del joven Rossetti sobre él
– mi fa la gentilezza di acompañarme a almorzar – dijo Angelo de forma galante
   En ese momento Enrico abrió la puerta del despacho de su tío Giacomo sorprendiéndolos.
– Ciao Angelo, ¿Qué te parece si almorzamos juntos? – propuso el joven Peruggi acercándose a ambos chicos…un sonriente Giacomo salió de la oficina mirando a su esposo con adoración.
– Amore, creo que los ragazzos tienen mucho que conversar…
– ya tendran tutto il tempo d´l mondo para conversar..
Ho una prenotazione – comunicó Angelo para poder esta a solas con Giovanni.
dove? – preguntó Enrico insistiendo
– En el Mirabelle
– Nosotros también. Tú lleva a Angelo, yo me voy con Giacomo. Prometo que es solo por hoy…es para dar la bienvenida a Gio a la empresa – se explicó Enrico.
Angelo accedió a regañadientes y todos salieron rumbo al elevador.
Cuando el ascensor llegó al primer piso tuvieron que enfrentar a la cantidad enorme de gente que salía del edificio para almorzar…uno de los trabajadores empujó sin querer a Gio y Angelo lo sujetó de la cintura haciendo que ambos chicos sintieran una descarga eléctrica que les recorrió todo el cuerpo haciendo que sus miradas se encontraran. Siguieron caminando y cuando llegaron al jaguar, recién en ese momento Angelo se percató de que aún mantenía su mano en la cintura de Giovanni.




Ristoranti Mirabelle
Hotel Splendid Royal

1 comentario:

  1. QUE BONITA LA HISTORIA DE COMO SE CONOCIERON ENRICO Y GIACOMO , ME GUSTA MUCHO ESTA PAREJA , SE LES VE TAN ENAMORADOS... A POR OTRO CAPITULO

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