Argumento

Giovanni Buonarotti es un chico que vivió toda su vida en un orfanato y que al estar a punto de cumplir la mayoria de edad debe egresar. El es el hijo bastardo de una mujer que pertenece a la alta sociedad Laura Visconti y que fue repudiado al nacer por las causas dolorosas que produjeron su procreaciòn...Una violación.

Angelo Rossetti es uno de los solteros más codiciados de Roma, hijo de un empresario multimillonario y mejor amigo de Francesco Visconti (sobrino de Laura y por consiguiente primo de Giovanni).

Un encuentro y dos miradas que quedan prendadas la una de la otra hacen que el joven Giovanni descubra el origen de su nacimiento y que el causante de su repudio (su abuelo) se arrepienta de haberlo hecho.


Angelo, Gio y Bruno

Dante y Camilo / Pietro y Massimo

Fabio y Enzo/ personajes secundarios

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lunes, 18 de octubre de 2010

Capítulo 9: Un despertar diferente.

Enrico abrió los ojos de forma perezosa, estiró una de sus piernas buscando el calor de su esposo y recordó que era sábado... gimió al pensar que Giacomo volvería cargado de adrenalina de su acostumbrado partido de tenis sabatino y él temía no poder llevarle el ritmo. Se sentía cansado, reconocía que ser padre era tremendamente agotador. Miró el reloj que estaba sobre el velador... las siete y media de la mañana... volvió a gemir... hacia dos horas atrás recién había logrado que la bebita conciliara el sueño y ahora tenía que levantarse para cumplir con sus deberes domésticos.
Se deslizó fuera de la cama y caminó hacia el cuarto de baño donde abrió los grifos del jacuzzi.
Luego, buscó sales aromáticas y las vertió en el agua... se desnudó y se sumergió buscando relajar cada músculo de su cuerpo. Unas manos masajeando su cabello lo distrajeron y al abrir sus ojos se encontró con Giacomo acercándose a su rostro para besarlo.

- ¿Cómo estuvo el partido? - preguntó el joven Peruggi después de haber sido besado por su esposo.

- No jugamos - respondió Giacomo - parece que a Massimo se le pegaron las sábanas - el joven Rossetti se desvistió e ingresó al agua - mmm por fin te tengo todo para mí - declaró

Enrico se arrimó al cuerpo de su esposo y dejó que éste lo apresara entre sus brazos.

- Perdóname amor, sé que en estas últimas semanas te he descuidado, pero es que nuestra hija acapara casi todo mi tiempo...

- Lo sé amore, discúlpame a mí por ser un esposo tan exigente.

- ¿exigente?

- Sí, porque a veces en mi desesperación por estar contigo, olvido que ahora tengo que compartirte con nuestra hija...

- ¿Y ahora estás desesperado? - preguntó meloso Enrico

- Mmm mucho - respondió Giacomo depositando pequeños besos en el cuello de Enrico.

- ¿Qué tan desesperado? - preguntó sensualmente el joven Peruggi

- Demasiado - los besos ahora se volvieron fuertes succiones que poco a poco fueron bajando a través del cuello de Enrico hasta llegar a la clavícula.- ¿vamos a la cama? ¿O quieres aquí...?

- En la cama... es mucho más cómodo... así puedo tener todo tu cuerpo a mi disposición.

Ambos hombres salieron del agua y envolvieron sus anatomías en grandes toallas de algodón egipcio mientras el deseo desbordaba en sus miradas.

Caminaron hacia la alcoba aún con las miradas conectadas, era una costumbre que habían adquirido desde la primera vez que unieron sus cuerpos. Giacomo tomó una de las manos de Enrico y se la llevó a los labios para depositar un tierno beso en ella. Amaba a su esposo y sabía que lo haría hasta el último minuto de su existencia y por lo mismo cada acto sexual era para él un acto de adoración que él hacía en el perfecto cuerpo de Enrico, así fue desde la primera vez y así sería siempre.
Ambas toallas desaparecieron... el joven Peruggi se sentó a los pies del lecho y abrió su piernas sensualmente con los empeines de los pies arqueados, una costumbre que había adquirido en los años que practicó balett.
Giacomo acarició aquellas piernas que tanto lo volvían loco y luego reemplazó las manos por sus labios recorriéndolas con besos húmedos subiendo por ellas hasta llegar a los muslos y luego cambiar su objetivo hacia uno de los puntos más sensibles de Enrico, justo en el punto en que debería estar el bello púbico y que el joven acostumbraba a depilar desde que se había mudado a la residencia Rossetti.
La boca de Giacomo subió por el torso, se detuvo en uno de los rosados pezones de su esposo y los succionó provocando que Enrico gimiera fuertemente arqueando su cuerpo y abandonándose al placer que recibía.

- Per favore amore mio (por favor amor mío) no aguantaré mucho... - Enrico estaba al borde del éxtasis y cuando sintió que su marido tomaba su erección con la boca, creyó desfallecer de agonía - per Dio, me estás matando, Giacomo... por favor...

El joven Rossetti dejó la felación para dirigir su boca hacia la rosada entrada de su Enrico y comenzó a lamer para lubricar y estimular aquel anillo que pronto le daría la bienvenida a la ya muy dura erección que él tenía entre las piernas.
Los gemidos de Enrico se convirtieron en pequeños gritos ahogados, entre los cuales pronunciaba indescifrables frases que Giacomo lograba comprender como ruegos para que terminara esa tortura de placer a la que estaba siendo sometido.
Se incorporó para elevar una de las piernas del joven Peruggi hasta su hombro y ubicó su pene en la entrada de éste y fue penetrando lentamente, saboreando las sensaciones que recibía al sentir su miembro presionado en la exquisita estrechez del esfínter de su consorte.
Enrico empujó sus caderas para que la penetración fuera mas profunda, lo que provocó que el glande de Giacomo estimulara su próstata... gimió y volvió a mover sus caderas, en un intento desesperado por seguir sintiendo ese estímulo que lo volvía loco.
Rossetti salió de su cuerpo y volvió a entrar acertando nuevamente en ese punto y Enrico gritó sin importarle que los empleados lo escucharan.
Las lentas embestidas se fueron haciendo más rápidas y la necesidad de ir más profundo hizo que el joven Peruggi subiera la otra pierna al hombro de su esposo quien lo tomó de las caderas levantándolo hasta él... una acrobacia digna de un contorsionista.
Las sensaciones llegaron a un punto de no retorno y Rossetti tomó la erección de su consorte para estimularlo al ritmo de sus embestidas lo que los llevó a ambos a un orgasmo compartido.
Sus cuerpos quedaron laxos después de aquella entrega pasional y descansaron para poder regular sus respiraciones, que aún eran erráticas a causa del apoteósico orgasmo.

- ¿En qué piensas? - preguntó Enrico mientras sentía que su esposo acariciaba su estómago.

- En que jamás dejaré de agradecerle a Dios por haberme dado la posibilidad de conocerte -respondió el joven Rossetti depositando un breve beso en un hombro de su consorte.

De pronto el llanto de la bebé se escuchó a través del intercomunicador e inmediatamente Enrico volteó hacia el monitor de la cámara que tenían instalada en la habitación de su hija.

- Catarina está pidiendo su desayuno - opinó Giacomo mientras su Enrico cubría su cuerpo con la bata.

- Lo sé... ojala la nodriza no me haga esperar mucho, no quiero verme obligado a prepararle un biberón de fórmula... - miró nuevamente hacia el monitor y se relajó cuando vio que la bebé ya estaba siendo atendida.

- No creo que le haga mal que tome leche artificial -

- ¡Giacomo! - habló Enrico con tono de protesta - Catarina recién va entrando en su segundo mes de vida y necesita lactancia materna para fortalecer las defensas de su organismo.

- Lo siento amore, es que soy un ignorante en esta materia - se disculpó el economista - pero si piensas que la nodriza no cumple con las necesidades de nuestra hija, podemos buscar otra...

- ¿lo dices en serio? - preguntó el joven Peruggi a su esposo y éste asintió - ¿te molestarías si te digo que ya busqué a otra nodriza?-

- Por supuesto que no mio caro, tú eres la "madre" de Catarina y estás en todo tu derecho-

- Lo sé, pero no despediré a Bianca... ella ha sido muy competente hasta hoy y quiero contratarla como niñera de nuestra hija... ella adora a nuestra bambina -

Enrico abrió la puerta de la suite que daba al exterior y miró a su esposo nuevamente - para ser más claro, la hija de Bianca es muy demandante y su leche no esta siendo suficiente para alimentar a nuestra Catarina... Y ella me recomendó a otra mujer.

- Entonces ya está todo solucionado...

- Sí,...eso creo... es decir, estará solucionado si los exámenes sanitarios que le tomarán el próximo lunes sean favorables.

- ¿Y si no lo son? - preguntó Giacomo preocupado

- Entonces, tendré que comenzar con leche artificial - declaró Enrico compungido

- No te preocupes tanto por eso, verás que todo se solucionará.


                                  *****************************************



Angelo despertó un poco desorientado. Se disponía a observar a su alrededor para poder saber donde se encontraba, cuando sorpresivamente sintió que alguien lo abrazaba por detrás y el cálido aliento de esa persona traspasaba la seda de su pijama provocando que su piel se erizara a causa de la inminente excitación que se apoderó de su cuerpo.
Volteó lentamente y la visión más sublime estaba frente a sus ojos...
Giovanni dormía con los labios semiabiertos emitiendo pequeños y casi imperceptibles gemiditos que hicieron que la imaginación del joven Rossetti volara más allá de lo conocido
Uno de los delgados tirantes de la camisita del joven Buonarotti, se había deslizado por el hombro y el pequeño pezón de su tetilla derecha estaba expuesto... Angelo no resistió la tentación y lo acarició... Gio se estremeció y un gemido un poco más intenso salió de su boca, el que fue ahogado cuando Angelo la cubrió con la suya en un beso tierno, lo que provocó que su amado le devolviera el beso a medida que iba despertando.
El beso se fue deteniendo lentamente ya que Angelo no quería terminar aquel dulce ejercicio, pero sabiendo que por lo menos le debía a su novio el saludo matinal, se separó a regañadientes de aquella boca que lo volvía loco.

- Buongiorno amore - saludó el joven Rossetti acariciando suavemente una de las mejillas de su novio.

- Buongiorno Angelo - respondió el rubio ruborizándose al recordar que su novio había hablado de hacerle el amor.

De pronto sintió que los ojos de Angelo estaban detenidos en una parte de su anatomía, siguió el camino de esa mirada y se dio cuenta que uno de sus pequeños pezones estaba descubierto... aquello le avergonzó y tímidamente cogió uno de los extremos de la sábana y se cubrió.
Aquel gesto enterneció al heredero Rossetti, pero no se amilanó y volvió a destapar a su novio quien, al ver su cuerpo expuesto, gimió de vergüenza.
Angelo se apoderó de sus labios y comenzó a besarlo lentamente. Introdujo su lengua dentro de la boca de Gio, recorriendo toda su cavidad. Era un beso húmedo y lujurioso, un beso que provocó que Giovanni perdiera los estribos... El joven Buonarotti se aferró al cuerpo de su novio, como un náufrago a un trozo de madera.
Angelo rodó sobre él tomando el control de la situación... Gio gimió al sentir que la erección de Rossetti hacía presión sobre la de él e instintivamente elevó sus caderas buscando un contacto más prolongado.
Angelo, sorprendido por tal osadía, interrumpió el beso para mirarlo a los ojos en una muda interrogación. El rostro de Gio resplandecía... sus pupilas estaban dilatadas, sus ojos brillaban, sus mejillas estaban ruborizadas por el calor del momento y sus labios estaban rojos e hinchados por los besos. Jamás en su vida había presenciado imagen más sensual y sin poder contenerse deslizó los pequeños tirantes de la camiseta de Gio y esta bajo hasta el estómago.

- Amore... - Rossetti habló mientras su boca dejaba húmedos besos en el cuello de Gio, besos que succionaban y arrancaban gemidos guturales de la boca del ojiazul - desidero venerare tuo corpo con miei mani e con miei bocca (deseo venerar tu cuerpo con mis manos y con mi boca) - abandonó su labor y miró los ojos de Gio buscando una aceptación - ¿puedo?

El rubio se perdió en las profundidades verdosas de los ojos de Angelo y levantó su cuerpo haciendo que el joven Rossetti pensara que iba a ser rechazado.

Pero sucedió lo contrario...

Giovanni bajó del lecho y sus manos se dirigieron a la pequeña camiseta que estaba enrollada a la altura de su estómago y la sacó de su cuerpo deslizándola hacia arriba sacándola por su cabeza.
Sabía que había prometido a su ahora casi padre adoptivo Enrico no ceder tan fácilmente a la tentación... pero, gracias a la experiencia vivida la noche anterior, en la que sintió que su primera vez podría haberle sido arrebatada por la fuerza, decidió entregarse a su novio, necesitaba sentirse suyo completamente y olvidar que alguna vez Enzo D´Alessio tocó su cuerpo.
Luego, deslizó delicadamente la pequeña trusa bajándola lentamente por sus piernas hasta que llegó a los tobillos... dobló su cuerpo para sacarla y sus cabellos rozaron la suave alfombra... volvió a subir a la cama, se recostó y abriendo sus brazos habló con nerviosismo

- Il mio cuore e per voi... e mio corpo più (mi corazón es para ti... y mi cuerpo también) - declaró el joven Buonarotti mirando a Angelo con adoración - vendono con me (ven aquí conmigo) - agregó el rubio amorosamente - fasciamo l´amore (hagamos el amor) - invitó.

Angelo estaba paralizado... los movimientos que hacía Gio pasaban frente a sus ojos en cámara lenta. Deslizó su mirada por el cuerpo desnudo frente a él sintiéndose orgulloso de ser el primer y el único hombre que veía el grácil cuerpo que se le ofrecía de forma amorosa e incondicional.
Sí, incondicional... porque en sus palabras Giovanni no había pedido nada a cambio... de aquella boca no había salido ninguna de las palabras que había escuchado en otras ocasiones... " Me encantó un vestido de la última colección de Thierry Mügler, ¿me lo regalarías?" y el que más recordaba, porque había discutido con su padre por haber usado le jet de la empresa sin avisar para solamente complacer ese capricho... La semana pasada estuve en Londres con mi madre y en Harrods me enamoré de un collar de platino que tenía incrustaciones de diamantes y lapislázuli... ¿te he dicho cuanto me gusta el sexo anal?" ... No sólo había comprado el collar, sino que también los pendientes, pulsera y anillo a juego.
    Todas esas mujeres pertenecían a su mismo círculo social y los regalos que pedían eran caprichos que sus padres no habían querido satisfacerles.
Pero ahora era distinto... frente a sus ojos estaba el ser más puro que había visto en su vida, ofreciendo el tesoro más preciado que tenía... la virginidad de su cuerpo.
Ese cuerpo que cualquier hombre que se considerara gay o bisexual desearía poseer y marcar como suyo.
Y el afortunado sería él. Si, se sentía afortunado... Él había sido el primero en besar esos labios que en ese momento se movían diciéndole que hicieran el amor y sería el primero en poseer y amar ese cuerpo. Juntos descubrirían el placer del sexo gay.

- "perdí mi virginidad a los quince, pero con él siento como si volviera a ese momento" - pensaba - porque es la primera vez que siento amor.

Pero el coito debía esperar... el haber visto a su amigo Luca aquella vez haciendo el amor con el que sería en pocos meses más su esposo, no le bastaba... ni menos todas esas veces que tuvo sexo anal con sus antiguas compañeras sexuales.
Gio era virgen y el debía aprender como hacerle el amor para que su primera vez fuera inolvidable.
Pero eso no significaba que en ese momento no le daría placer. La semana anterior había visitado a Luca y éste, lo había desafiado a hacer una felación a un vibrador previamente esterilizado...

- Tienes que aprender a satisfacer a ese lindo novio tuyo - le había dicho con picardía - es lo único que te enseñaré porque aún es pronto para que vayan más allá.

- ¿Pronto? - respondió él - con Gio he roto mi record, sabes que no paso de la semana.

- Lo sé - admitió el joven Castiglioni - pero nunca habías estado enamorado...

La mano de Gio acariciando suavemente su erección lo trajo de golpe a la realidad sorprendiéndole. El menor, pese a su timidez, había decido tomar la iniciativa poniendo en práctica lo que Enrico le había enseñado.
De pronto y sin previo aviso se incorporó... y acercando sus delicadas manos al cuerpo de Angelo, comenzó a desabrochar los botones de la parte superior del pijama que éste aún conservaba.

- Creo que es injusto que no estemos en iguales condiciones ¿no crees? - dijo Gio bajando la vista y ruborizándose candorosamente.

Cuando el torso del joven Rossetti quedó desnudo, Buonarotti vaciló... miró a su novio que lo contemplaba expectante y decidido bajó de una vez el pantalón de seda, dejando a la vista lo que consideró él, como un hermoso falo de grandes proporciones.
Jadeó ante tal visión y se preguntó si aquello que su novio tenía entre las piernas cabría en su cavidad.
Sin amedrentarse posó nuevamente sus manos en el torso de Angelo y suavemente lo empujó hasta que éste quedó completamente recostado en el lecho.
Sin vacilar besó hambrientamente la boca del ojiverde para armarse de más valor y así completar su objetivo. Abandonó la boca de Angelo y depositó un tímido beso en su cuello... Rossetti gimió acariciando a la vez las partes del cuerpo del rubio que podía alcanzar dándole espacio a Gio abriendo sus piernas. Su cuerpo se estremeció cuando el menor lamió uno de sus pezones y en su mente rogó para que el rubio se atreviera ir más al sur. Supo que sus ruegos fueron escuchados, cuando Gio se detuvo en su ombligo y posó su mano en su erección para acariciarla suavemente de arriba hacia abajo y él no pudo resistirse a hundir sus dedos en los rubios cabellos del joven que amaba para indicarle sutilmente lo que deseaba.
Buonarotti observó el rosado glande que tenía una gota de líquido preseminal... acercó su nariz para inhalar su aroma y luego lo lamió... le supo a gloria; luego y recordando las instrucciones del joven Peruggi, recorrió toda la longitud del miembro acariciando a la vez los testículos... sintió su cuerpo arder, imaginándose lo que estaba por venir.
Enrico se había sentido avergonzado cuando él le solicitó que le hablara sobre sexo y el joven aristócrata le instruyó teóricamente. Pero, para que él supiera la realidad del acto en sí, había hecho que el mayordomo de la villa Rossetti fuera a la ciudad a comprar un video pornográfico gay.
Gio desde ese momento deseaba sentir y gemir como el chico que estaba siendo penetrado en esa película... quería sentir el placer y deseaba que Angelo le brindara ese placer.
El deseo de Giovanni se acrecentó y engulló la erección del ojiverde provocando que éste levantara sus caderas y dejara escapar de su boca un Ohhhh que hizo eco entre las cuatro paredes de la habitación.
Esto le indicó al rubio que lo que estaba haciendo satisfacía a Angelo y siguió con la labor.
Quería que su novio recordara aquel momento... quería que Angelo olvidara que alguna vez alguien más le había hecho lo mismo.
Por un momento Rossetti se olvidó hasta de su nombre... solamente existía él y Giovanni... y la boca de Giovanni... su mente solo procesaba que su cuerpo estaba siendo amado y exorcizado de todas aquellas caricias que en su pasado había recibido.
Sentía que Gio lo estaba purificando, borrando con su boca las huellas todas las mujeres que habían degustado su virilidad.
Sintió que el orgasmo estaba cerca y haciendo un esfuerzo, irguió su cuerpo para detener al que ya consideraba su futuro consorte...

- Amore, detente per favore (amor, detente por favor) - rogó con la voz temblante

Gio, en su nube de placer, escuchó el ruego y se detuvo mirando el rostro de Angelo con temor a ser rechazado...

<< Es mi turno ahora - aclaró el joven Rossetti tumbando sorpresivamente a Gio y quedando sobre él.

Angelo besó, lamió y succionó toda la piel de Giovanni que estuvo al alcance de su lujuriosa y a la vez amante boca... devoró cada uno de los pequeños y rosados pezones hasta que estuvieron turgentes mientras que sus manos recorrían el andrógino cuerpo que estaba despertando y descubriendo el placer sexual con él...

<< Non ehi toccato mai altra pelle con tant' amore (jamás he tocado otra piel con tanto amor) - la confesión salió de la boca de Angelo con fervor, con el objetivo de hacerle saber al joven que en ese momento gemía bajo su toque, que desde ese momento y para siempre sería el único en su vida.

La erección de Gio por fin estuvo frente a sus ojos y Rossetti la tomó en su boca sin pensarlo dos veces... lejos en su mente, la voz de su amigo Luca instruyéndolo en el arte de la Fellatio lo guió.

- Madonna mia! - la expresión salió de la boca de un gimiente Giovanni que se retorcía en la cama... estaba conociendo por primera vez el placer y no quería que llegara a su fin. De pronto sus recuerdos se vieron invadidos por un flashes de imágenes de aquella película en donde los protagonistas se brindaban placer oral a la misma vez.

- Angelo, deseo que lo hagamos los dos juntos...

Rossetti sorprendido, se preguntó cómo su adorado ángel sabía tanto y luego recordó... Enrico.
Abandonó el pene de Gio y se recostó dejando así a su novio la opción de ir arriba.
En cuestión de segundos, nuevamente tenía frente a su rostro el falo rosado del rubio y reanudó la estimulación que se acrecentó cuando sintió la cálida boca de Giovanni envolver su erección.
Ambos se sintieron conectados en aquel acto... sus bocas iban y venían mientras sus manos acariciaban ansiosamente el cuerpo del otro, era un acto sincronizado de amor que culminó intempestivamente al sentir cada uno la almizclada y salobre esencia del otro.
Cada uno se quedó en el mismo lugar que ocupaban, con los ojos cerrados con los falos de cada uno frente a sus rostros, respirando agitadamente, tratando de calmar las pulsaciones cardíacas que se habían desbocado por el intenso orgasmo que habían experimentado.
Angelo fue el primero en volver a la realidad... acarició las piernas de su novio y Gio abandonó su posición situándose junto al hombre que amaba y ronroneó melosamente cuando el ojiverde lo envolvió en un posesivo abrazo.

- Fue mi primer orgasmo - confesó el joven Buonarotti sin la timidez que lo había caracterizado hasta ahora.

Rossetti acercó una de sus manos al rostro del joven y alzó su rostro para que sus miradas se enfrentaran.

- Para mí, este ha sido el mejor orgasmo que he tenido en toda mi vida - contestó con voz apasionada - porque es la primera vez que hago el amor - agregó.

Gio se aferró a él en un brazo fuerte, transmitiéndole así, que en realidad estaba feliz con la confesión... y Angelo se dejó abrazar.

<< No quiero ser inoportuno o poco romántico después de lo que hemos compartido... - Rossetti retomó la palabra - ma ora è quasi mezziogorno (pero ya es casi mediodía) y la famiglia nos espera a almorzar y el mio nonno (mi abuelo) es un poco severo en lo que a horarios se refiere - explicó

- Entonces no lo hagamos esperar - dijo Gio soltando a su novio y bajando de la cama preocupándose eso sí de envolver su andrógino cuerpo con una de las sábanas que arrancó de golpe

- yo me ducho primero va bene? - y se dirigió al cuarto de baño sin darle a Angelo la posibilidad de replicar.


El joven Rossetti se quedó unos segundos observando la puerta que se había cerrado y luego bajó de la cama dirigiéndose al closet, con el propósito de elegir un atuendo adecuado para que su novio vistiera ya que cada vez que se reunía la familia en pleno a compartir una comida, todos vestían formalmente.
Comenzó a seleccionar las prendas y quedó paralizado cuando descubrió el uniforme de colegiala que estaba colgado entre los trajes... lo descolgó y se quedó observándolo con curiosidad preguntándose el porqué el rubio guardaba esas prendas.
Gio salió del baño y se quedó estático al descubrir a su novio con la ropa que usaría para el desfile anual del orgullo gay y su rostro se cubrió de rubor.

- ¿Qué hace esta ropa en tu closet amore?... - preguntó el ojiverde sin avergonzarse al haber sido sorprendido con la ropa en la mano

- Este... es que... ¡Ay!...¡no sé como decírtelo! - exclamó el rubio avergonzado

- Solo dilo - insistió Angelo con voz calmada para que su novio se relajara ya que había notado su nerviosismo

- El próximo sábado lo usaré en el desfile anual del día del...

- Orgullo gay... - completó el joven Rossetti - ¡No puedo creer que Enrico te convenciera a exhibirte en ese bacanal!... - estalló el joven heredero - ¡NI MENOS QUE TU ACEPTARAS A VESTIRTE DE MUJER! - agregó lanzando la percha sobre el lecho...

Giovanni no estaba acostumbrado a que lo reprendiera tan duramente y sacando valor de donde no lo tenía se defendió con voz firme y controlada...

- In primo luogo (en primer lugar) no estaré disfrazado como una mujer adulta, sino que iré de colegiala... - se acercó a la cama y tomó la ropa - ¿ves?... este es el uniforme de Lidia... es discreto y además quiero asistir y no necesito de tu autorización para hacerlo Angelo - aclaró el rubio duramente - solo llevamos un día de novios y estás...

El joven Buonarotti no pudo terminar porque su novio lo interrumpió...

- Te dije que el día que formalizáramos yo decidiría sobre ti - le recordó Angelo

- Lo sé, pero todavía lo nuestro no es formal... - contestó Gio exasperado - aún no llevo un anillo que indique que nos pertenecemos... - agregó recordando las palabras de Enrico.

- ¡Pero lo tendrás! - aseguró el ojiverde - mañana a primera hora iremos por las argollas de compromiso para que no te quede duda de que lo nuestro es serio - le informó... así que olvídate...

- Angelo per favore... - rogó el menor sin abandonar la postura orgullosa con la intención de no humillarse - sólo por esta vez y te prometo que nunca más lo haré... - insistió - deseo sacar y mostrar libremente por una vez en mi vida la niña que tengo encerrada dentro de mí y sentir que nadie me juzga por ello. Enrico y Giacomo me cuidarán y no dejarán que nadie me acose y puedes estar seguro que yo tampoco miraré a otro hombre...
Cuando escuchó aquél por favor que salió de la boca de Gio, el joven heredero de los Rossetti decidió calmarse y escuchar al chico que se había apoderado de su corazón... y a medida que el rubio explicaba los motivos, se reprochó mentalmente por haber sido un idiota insensible ya que él más que nadie sabía de la naturaleza femenina que el rubio guardaba en su ser y que trataba de disimular, aunque le era imposible.
Recordó los accesorios rosas que un par de días atrás Gio le había regalado, la bata que había vestido la noche anterior y las delicadas prendas que esa misma mañana su novio había desprendido de ese cuerpo andrógino momentos antes de haber conocido el significado de hacer el amor. "No soy yo quien lo va a reprimir" se dijo mentalmente y tomando valor se acercó a Gio y le habló con un tono de arrepentimiento...

- Perdóname amor... he sido un bruto al no haber considerado tu verdadero ser, olvidé que dentro de tu cuerpo físico de hombre se oculta el sentir de una ragazza... - lo abrazó - si quieres ir a ese famoso desfile hazlo, pero yo iré contigo... y si quieres volver el próximo año o los que vienen yo estaré acompañándote para que la Gia que está encerrada aquí - recorrió con sus manos el cuerpo que temblaba de emoción entre sus brazos... - se libere... Solo te pido que en el futuro no me pidas que te costee un par de implantes mamarios - estas últimas palabras las dijo en tono de broma para que su novio olvidara el mal rato que le había hecho pasar.
Gio alzó su rostro y sonrió ante las graciosas palabras.

- Jamás cambiaría mi cuerpo, me siento bien tal como soy... además creo que ya tuviste bastantes senos femeninos ¿no crees?... - contestó tratando se sonar serio - Ahora, quiero que me aclares eso de "Gia" y también eso de que me acompañarás al desfile... - exigió.

- Iré al desfile contigo y no tengo que explicarte el porqué, sé que ya lo tienes claro... pero no pienses que me disfrazaré con trajes estrafalarios y brillantes... tu vas de colegiala y yo vestiré mi antiguo uniforme escolar... claro que tendré que mandarlo a que le hagan unos ajustes porque he crecido un poco...

- Tengo una idea - interrumpió el rubio con entusiasmo - compraremos el uniforme de mi colegio, yo sé donde los venden y así iremos con los mismos colores ¿Qué te parece?

- Una idea estupenda... ahora sobre lo de Gia... te aclaro que para mí serás Gia en la intimidad... pero antes déjame decirte que el día que te conocí me pareciste la chica más hermosa que habían visto mis ojos y confieso que me decepcioné cuando confesaste la verdad - sus manos acariciaron suavemente los hombros del chico que amaba - pero cuando nos volvimos a encontrar poco a poco comencé a amarte sabiendo que eras un chico... y hoy me sentí en la gloria cuando tuve tu pene en mis manos y tus gemidos suaves y delicados en mis oídos... eres mi hombre y mi mujer a la vez... dos esencias en un solo cuerpo, en un solo ser y eres mío Gio, eres mía Gia y me siento el hombre más afortunado del mundo por haberte conocido.
Giovanni lo escuchaba embelezado y su corazón latía desaforadamente ante aquella sincera confesión y también, por no decir menos, ante la abierta aceptación que hacía Angelo a su lado femenino.

<< Sé que aún es muy pronto para pensar en matrimonio... - prosiguió el joven Rossetti - pero como te dije antes me gustaría que nos comprometiéramos, que usemos argollas que demuestren ante todos que lo nuestro es formal - explicó - para serte sincero, por mí mañana mismo me casaría contigo... pero no quiero vivir un matrimonio como el de mis padres, me gustaría que nos conociéramos mejor en el día a día... creo que lo ideal sería que en un tiempo más vivamos juntos y luego si todo va bien casarnos - propuso Angelo a un atónito Giovanni que solo atinó a asentir con un movimiento de su cabeza.

 - Ahora voy a tomar una ducha y tu te vistes con esas ropas que aparté para ti... las comidas familiares en mi casa generalmente son formales - explicó para luego entrar en el baño.

Gio aún no podía creer las palabras de su novio y poco a poco las fue asimilando "vivir juntos" había dicho Angelo y él reconoció que no era una mala idea.



                                       ***********************



     Pietro Mancini salió del cuarto de baño con una toalla alrededor de sus caderas, varias gotas de agua resbalaban por su torso, las cuales, eran seguidas por la lujuriosa mirada de la joven modelo que se encontraba en la cama.


   ─¿Ya te marchas? ─preguntó la mujer casi ronroneando, tratando de demostrar que sentía mucho la partida del mafioso.

   ─Tengo que volar a Roma cara mía… no dispongo de todo el tiempo que tu tienes para quedarme aquí en Capri, tengo negocios que atender respondió el hombre mientras se vestía.

    La mujer sin darle tanta importancia encendió el televisor y comenzó a recorrer los canales hasta detenerse en uno que se dedicaba a la farándula. Pietro se desentendió de ella y se abocó a anudar la elegante corbata de seda que combinaba con el resto de su atuendo. La miró con la intención de reprenderla por tener el volumen tan alto, cuando una noticia lo paralizó en su lugar. En la pantalla se exhibían dos fotografías; Laura Visconti y el millonario empresario Massimo Rossetti.

     Se acercó a la cama y se sentó a escuchar lo que una reportera informaba…

    ─Hemos averiguado por el correo de las brujas, que la sexi abogada y pronto futura jueza, abandonó el cobijo del hogar paterno con todos sus artículos personales y se trasladó a la villa del millonario Massimo Rossetti. Se rumorea que la señorita Visconti se cansó de esperar una propuesta de matrimonio de parte del empresario y decidió recurrir al concubinato para no dejarlo escapar ¿ Cuanto tiempo creen ustedes que durarán?. Recuerden que después de la muerte de su esposa en aquel accidente escandaloso, Rossetti ha tenido un par de amoríos frustrados ¿ será Laura Visconti capaz de cazar al millonario?

    Pietro miraba las fotografías de Laura, las cuales pasaban una tras otra en orden cronológico. Esos retratos mostraron a una Laura de quince años sonriendo inocentemente a las cámaras y a una Laura de treinta y dos años, en la plenitud de su belleza. Después, las imégenes de Massimo Rossetti le siguieron y Pietro sontió que su estómago se contraía, pensando que a pesar del paso de los años, el hombre se conservaba bien

    De pronto las fotos del empresario desaparecieron para dar a paso a un sinnúmero de imágenes tomadas por paparazzi, las cuales mostraban al más joven de los Rossetti besando apasionadamente a un joven de apariencia delicada…

    ─Nadie sabe el origen del joven que logró enamorar al joven heredero del empresario Massimo Rossetti, lo único que hemos podido averiguar es que se su nombre es Giovanni y que trabaja en el departamento de marketing del consorcio… hay quienes dicen que todo comenzó hace unos meses cuando el joven Angelo visitó a su padre en la oficina y se encontró con el joven Giovanni en uno de los ascensores del edificio… según nuestras fuentes, el heredero se enamoró a primera vista del joven trabajador y lo cortejó hasta conquistarlo. ¿escucharemos campanas de boda?.

   Pietro se levantó y miró a la joven modelo que aún estaba en la cama

     ─Sonya, el piso está pagado hasta fin de mes, después de eso puedes marcharte ya que yo no volveré.

     ─Pero Pietro ¿porqué? ¿Qué hice?

     ─Tu no has hecho nada ─aclaró─ no puedo seguir viéndote ya que pronto me voy a casar

     ─¡Qué! He sido tu amante por dos años Pietro, no te creo esa excusa… mejor dime que te aburriste de mí y asunto arreglado

    ─No tengo que darte más explicaciones Sonya y no te preocupes, no te dejaré con las manos vacías… mi contador depositará una buena cantidad de euros en tu cuenta para que tengas con qué sobrevivir mientras encuentras a otro protector… Ah y creo que está demás decirte que olvides que me conociste… ─se acercó a ella para tomarle el rostro y mirarla a los ojos─ si llego a saber que de tu boca ha salido una palabra sobre mí… date por muerta capisce.

    La mujer asintió con miedo y el dio la media vuelta y salió del departamento. Afuera lo esperaban dos guardaespaldas que lo saludaron con respeto y luego lo siguieron en silencio. Pietro sacó su móvil y digitó el numero del padre de Laura.

    ─Raffaello, soy yo Pietro… te llamo para informarte que tengo intenciones de casarme con tu hija…

    ─Pero Pietro ─protestó Visconti─ no creo que…

   ─Arregla un encuentro para mañana a mediodía

   ─Como quieras Pietro

   ─Raffaello…

   ─¿Si?

   ─Creo que debes informar a tu hija sobre lo que pasaría si no acepta ─el Capo cortó la llamada con una cínica sonrisa en sus labios y su mente se centró en Laura─ ya te dí toda la libertad para hacer lo que quisieras Laura, ahora tu futuro será en mi casa, lejos de Massimo. No debiste acercarte a él.

    Caminó hacia el ascensor que lo llevó al techo donde lo esperaba un helicóptero que tenía el nombre de la empresa que él había creado para ocultar las actividades ilegales que dirigía desde hacía ya diez años lo cual le había impedido acercarse a su amor nuevamente, pero ahora era el momento ya que su posición en la organización ya no corría peligro, ahora nadie se atrevía a cuestionar su autoridad. Ahora solo recibía respeto y admiración del resto de los jefes de las distintas familias de la mafia italiana. El era Pietro Mancini, Il Capi di tutti capi de la mafia siciliana, la mas temida de toda Italia, famosa por haberse deshecho del juez Giovanni Falconi lo que significó que el gobierno les persiguiera. Su padre y su hermano mayor habían sido asesinados por supuestos funcionarios policiales, los cuales fueron contratados por sus enemigos, los cuales eran muchos, haciendo que él tuviera que asumir el mando de la familia a los veintiséis años después de haberse ocultado con su hijo por dos años para evitar ser asesinados. Pero a él no lo tocarían. Tenía a la mayoría de los miembros del gobierno bajo su yugo, la ambición era un defecto de la mayoría de sus miembros y él aprovechaba las debilidades.

    Ahora todos sabrían cual era su supuesta debilidad… Laura, la que sería su esposa quisiera ella o no y así él, podría amar libremente.











1 comentario:

  1. ¡Hola! Gracias x pasarte x mi blog..Tambien te afilie en mi blog,y te sigo (espero q tmb me sigues) estas bienvenidas cuandos quieres...Feliz semana-besos

    Angy((Out of the Blue))
    http://checktheseblueskiesout.blogspot.com

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